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libro azul

El Proyecto Libro Azul fue una serie de estudios sobre ovnis por parte de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Fue el segundo renacimiento de este tipo de estudio, comenzado en 1952, y estuvo activo hasta enero de 1970.

El objetivo del Proyecto Libro Azul era determinar si los ovnis eran una amenaza potencial para la seguridad nacional. Se recogieron, analizaron y archivaron miles de informes ovni. Este ha sido el último proyecto de la USAF relacionado con ovnis que se haya hecho público hasta ahora.

Un 25 de agosto de 1951 se iniciaron una serie de avistamientos como el de Alburquerque (Nuevo México) que presento un gran objeto luminoso en forma de Boomerang, así también en la localidad de Lubbock, donde cuatro profesores de la universidad de Texas vieron como una formación en V hacían movimientos sincronizados en el cielo, pero el punto máximo llego un 31 de agosto cuando un estudiante de la universidad de Texas (Carl Hart) llego a fotografiar la misma formación ante la mirada de cientos de testigos.
Las fotos (hasta hoy inexplicables) muestran 20 objetos luminosos en forma de V, que el gobierno americano alegó eran reflejos producidos por un fenómeno de inversión térmica y refracción.

En marzo de 1952, debido al creciente avistamiento de Objetos voladores no identificados, la fuerza aérea Americana desarrolla el proyecto “Blue Book” instalando su personal en la base Wright Patterson, Dayton Ohio. Allí también se encontraba la “División de Tecnología Foránea” (lugar donde se investigaban los adelantos tecnológicos desarrollados por otros países)
Este proyecto era dirigido por el Capitán Ruppelt, junto a su asesor científico, el doctor Hynek viajando a cuanto lugar se produciera un avistamiento, tomando testimonio, muestras y hacer toda clase de estudios necesarios.
Pero la locura llego Washington cuando una mañana del 19 de julio de 1952 a las 11:40, los radares del aeropuerto internacional de la citada capital americana, detectaron siete objetos desconocidos, confirmado por mas de 9 controladores aéreos quienes confirmaron la velocidad entre 160 y 200 Km/h.

El gobierno americano envió 2 cazas a interceptarlos sin poder localizarlos.

Días después, un 26 de Julio (esta vez en la base de Andrews) se repitieron las mismas señales en el radar. El reloj daba las 10:30 cuando los radares se volvieron locos. Los reiterados llamados de pilotos comerciales aseveraban ver naves a un lado de sus aviones, lo que detono una alerta general, con el despliegue de todo el arsenal antiaéreo.
La casa blanca dio la orden de desplegar dos formaciones de F-94 para la intercepción, pero la velocidad y alta maniobralidad de los objetos no identificados hizo imposible la tarea. Este espectáculo culmino luego de algunas horas ante la mirada atónita de miles de transeúntes desprevenidos, pero el escándalo vino a continuación, cuando el Gral. Samford declaro en conferencia de prensa, que no sabían a que se debía semejante fenómeno, pero tenían la certeza que no constituía una amenaza para el país y no podían excluir la posibilidad que se tratase de seres de otro planeta.

El 14 de enero de 1953 se reúne por vez primera el Comité Robertson, liderado por el físico H.P. Robertson y conformado además por un grupo de científicos físicos, meteorólogos ingenieros y astrónomos. El Comité Robertson tenía por objetivo analizar todos los reportes recogidos en el Proyecto del Libro Azul. De este Comité se concluyó que la mayoría de los informes tenían explicaciones que no guardaban relación con la ufología, razón por la cual recomendaron a la Fuerza Aérea desacreditar estos reportes, así como vigilar a los fanáticos de los OVNIs, lo cual dio la razón al argumento de que el gobierno guarda un total hermetismo en este tema.

La Fuerza Aérea de los Estados Unidos decidió terminar con el Proyecto del Libro Azul en diciembre de 1969; sin embargo, durante los casi 10 años de duración se recogieron 12,618 informes sobre este fenómeno, y las conclusiones a las que llegaron desestimaron y ridiculizaron este fenómeno:

1. Ningún ovni sobre el cual hayan investigado las Fuerzas Aéreas ha supuesto ningún tipo de amenaza a la seguridad nacional.
2. Las Fuerzas Aéreas no han encontrado ninguna prueba de que las observaciones clasificadas como “no identificadas” representen objetos o principios tecnológicos que vayan más allá de los conocimientos científicos de la época.
3. No ha habido ninguna prueba que indique que las observaciones clasificadas como “no identificadas” fueran vehículos extraterrestres.

En este sitio se exhiben todos los archivos oficiales del libro azul:

https://www.bluebookarchive.org

Fotogalería: libro azul

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